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lunes, 4 de abril de 2011

Un Gato Verde

La imaginación es el río que desemboca en el oceáno del cerebro, para volar se necesita beber de su agua y nos convertimos en un coloquismo con lo imaginativo y lo real, son inseparables carismas mostrando cada cual su capacidad y entendimiento, penetrando lo mas hondo del alma. Aunque aparentemente absurda pueda ser la imaginación para un mundo disparatado y enfermo por nosotros mismos, nos empuja y apresura a lo desconocido, soltamos cadenas de temores, porque la criatura humana es porvenir y no pasado, recobremos las fuerzas en su savia. En el oficio del escritor existe algo más importante que la musicalidad de las palabras, es la imaginación como dice la escritora española Rosa Montero "vidas fantásticas y ocultas que todos tenemos", en ella se encuentra la vida secreta de un escritor, es el demente escuchando voces, abriendo las puertas de la vida para soñar despierto. He soñado despierto y probablemente sere considerado un pobre loco, por tener contacto con lo fantástico, algun bien haré a la sociedad medio madura, que corta flores del jardin de los sueños, muriendo enterradas ingeniosas construcciones de la vida, somos esclavos de viejas copias políticas económicas y religiosas, reinventemos la imaginación, reinventemos la vida Todo viaje comienza así,a partir de una pequeña particula de lo imaginario, la emocion se prende del corazón cuando visualizamos paisajes y tierras jamás vistas por criatura humana, es el momento de ponernos en camino despertando en cada amanecer, siendo libres. Ha sido tremenda la sorpresa al encontrarme con un poema llamado Gato Verde Esperanza, de Manuel Barranco Roda, precisamente esto es Gato Verde, escapar de la aspereza de contar algo, un simbolo de esperanza, ser acariciados por mi bello Gato y sus besos nos llene de esperanza. Si no lo ven sientalo. "Sueño con los ojos de un gato verde. Ojos de dulce almendra, que le dan a la vida esperanza, para mirar a mi presente. Gato verde, de ojos de almendra,que detienes el tiempo, para eseñarnos la esperanza, dulce y rica por su sabor a vainilla y duradera por su fragancia a primavera. Ronronea la esperanza a mi lado, por mis caricias, que tambien son suyas, por frotarse su pelaje, con mi alma. Ronronea la esperanza con sus besos, que son tenues silbidos en verso. Ronronea la esperanza en mis sueños, por esos ojos de almendra que me abrazan. Ronronea, Ronronea el gato verde, por compartir mis sueños, con caricias, abrazos y besos." Jorge Luis Blanco