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lunes, 15 de octubre de 2012

Los lectores tiene que comentar lo que leen, Eraclio Zepeda

Eraclio Zepeda

En México se leen alrededor de 3 libros al año. A diferencia de algunos especialistas, el escritor chiapaneco se muestra optimista. Antes de ver un escenario catastrófico, dice, hay que considerar ciertos factores históricos y climatológicos.
Podría resultar alarmante que en México se lea poco. Sin embargo para el escritor chiapaneco Eraclio Zepeda, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, esta situación no es una catástrofe total.
Según cifras de la Encuesta Nacional de Lectura 2006, elaborada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Universidad Nacional Autónoma de México, los mexicanos leen cerca de 3 libros al año. Aunque la cifra es baja, Zepeda opina que no debemos sorprendernos ya que existen otros factores que se deben tomar en cuenta y por lo mismo nuestro país está en un proceso de desarrollo de lectores.
"A diferencia de la mayor parte de los que analizan este asunto, no soy pesimista en eso", comenta el cuentista, novelista y poeta, pues antes de afirmar esto se deben considerar ciertos factores históricos e, incluso, climatológicos.
La cantidad de libros que se leen en el país "puede ser un reto para nosotros, pero no es una catástrofe total. Toma en cuenta lo que se leía en 1910. En primer lugar ¿cuántos mexicanos sabían leer? Muy poquitos. Si la comparación se hace con lo que se lee en los países nórdicos, hay que recordar que ahí se vive un invierno que te encierra en la casa y que tienes que leer a fuerza", dice.
Obligar a los alumnos a leer es otro error. Zepeda piensa que esto, apesar de que puede ser un acto "lleno de amor", es algo equivocado. "Yo creo que uno de los peores problemas que hay con los niños lectores es que los maestros obligan a un alumno a que lea un libro y dé un informe. Con eso están creando a un enemigo del libro", comenta.
El autor de 'Andando el tiempo' no sólo critica las prácticas que se tienen en torno a la lectura. Desde hace 25 años promueve que en los salones de clase haya libros para que los alumnos se los lleven, los lean y no tengan que informárselo a alguien. "Un día se pondrán con los otros muchachitos a compartir lo que leyeron y ahí habrá nacido un lector".
Leer no es lo único que importa. Los lectores tienen que comentar lo que leen y, de alguna manera, retroalimentar a los autores. "Imagínate que uno nunca supiera lo que opinan de tus trabajos ¡Sería terrible! Lo hermoso es saber que lo que estás escribiendo alguien lo lee", dice el escritor que ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua el 23 de agosto de este año como correspondiente en Chiapas.
Las actividades que el narrador nacido en Tuxtla Gutiérrez desarrollará en esta centenaria institución, consistirán atender los asuntos de la Academia en el territorio estatal, lo cual, además de entusiasmarlo, le abre otras perspectivas, formas de trabajo, así como diferentes preocupaciones y ocupaciones, sin descuidar la publicación de nuevas obras literarias.
"Municiones en las nalgas"
Los textos que Eraclio Zepeda se dirigen a niños, jóvenes y adultos. Entre sus obras destacan 'Asalto Nocturno', por la cual recibió en 1974 el Premio Nacional de Cuento San Luis Potosí y 'Andando el tiempo', ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 1982.
Uno de los géneros más explorados por 'Laco', como le dicen sus amigos, es el cuento. Sobre éste, dice que el acto de formación es instantáneo, aunque un escritor se puede llevar toda la vida preparándolo y corrigiéndolo.
“Cuando un compañero mío, un amigo mío, me dice que está escribiendo un cuento desde hace 6 meses, yo desde el fondo de mi corazón le digo ¡rézale porque ya se murió!", bromea, pues para él un cuento se puede escribir de un golpe, "de una sola sentada. Nadie puede aguantar un embarazo de 6 meses por un cuento".
A diferencia de este género, la novela requiere más tiempo y mayor dedicación. A propósito de la creación de ésta, Eraclio Zepeda comparte una experiencia que vivió con el escritor y pensador mexicano Alfonso Reyes.
“Una de las pocas veces que vi a Don Alfonso Reyes me dio un consejo. Me dijo:

"- 'Laco', cuando llegue el momento de escribir novela, te voy a dar este consejo: ¡Ponte municiones en las nalgas!

"- ¿Cómo?, le pregunté.

"- Sí. Hay que ponerse municiones en las nalgas para estar sentados. Ahí tienes que estar sentado semanas y semanas."
Eraclio comprobó tiempo después que lo dicho en aquel entonces por Alfonso Reyes era cierto. "Efectivamente, las 4 novelas las empecé en el 2000 las terminé el año pasado", confiesa entre risas el autor de novelas históricas como 'Las grandes lluvias' y 'Tocar el fuego', publicadas en 2005 y 2007, respectivamente.

A lo largo de su andar en el mundo de la literatura, en el que además de explorar el cuento y la novela ha practicado la poesía, el teatro y la docencia, 'Laco' ha logrado ganar experiencia, la cual se suma al conocimiento que ha alcanzado sobre la lingüística de su natal Chiapas.
"Imagínate que le preguntaras a un carpintero qué significa para él la madera. Lo único que sabe un carpintero es cuánta viruta le sobra a una madera para ser silla. Y es lo único que yo sé también: cuántas palabras le sobran a una narrativa para ser un cuento